martes, 24 de abril de 2018

El halcón que no vuela. Un cuento de Nasrudin




El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y se lanzó a volar. 

Así somos los seres humanos. Estamos atados al pasado y al presente porque no nos hemos dado cuenta de que tenemos el poder de volar y buscar nuestro verdadero destino. 

Algunos tienen el privilegio de que algún acontecimiento rompa la rama de la costumbre, de la seguridad. Sólo entonces se dan cuenta de que son superiores a las circunstancias. 

En muchas ocasiones lo tenemos todo y no logramos vivir plenamente; quizá es necesario que alguien nos corte la rama para que podamos arriesgarnos al vuelo. 

A veces las cosas inesperadas y que en principio parecen negativas son verdaderas bendiciones.